Estupor y temblores, de Amélie Nothomb, de Amélie Nothomb
Estupor y temblores es el primer libro que leo de Amélie Nothomb, por lo que iba a ciegas en cuento al estilo literario de la autora, y debo decir que me ha resultado muy divertido.
Amélie relata en clave biográfica sus propias vivencias en Japón, concretamente su trabajo en la empresa Yumimoto. Y recrea con un estilo cargado de humor sus desafortunadas vivencias y encontronazos con compañeros y jefes. Porque para el personaje no es precisamente todo de color rosa, sino al contrario, su carrera empieza a caer en picado dentro de la empresa, pero ella no se resigna y en ningún momento hace que sintamos pena por ella.
A destacar la fuerte crítica que hace a la sociedad japonesa. En cierto modo es una bofetada en la cara a los que como yo somos unos enamorados de Japón y su cultura. Para que veamos que todo es más bonito en la distancia, pero que por dentro apesta a podrido como cualquier otro sitio. La situación de las mujeres es humillante, la vida en general asfixiante…y aún así Nothomb ha sido capaz de plasmar toda esa carga crítica junto a su profundo amor por el país, resultando una narración llena de contrastes muy bien hilados.
El estilo narrativo de Nothomb me ha encantado. Sin dejar de lado la calidad literaria, es una escritura muy dinámica, y podríamos decir algo gamberra. Su estilo cínico y cargado de ironía hace que el libro prácticamente se lea solo.
Ha sido mi primera experiencia con Nothomb, pero sin duda repetiré, ya sea en obras biográficas como de ficción.
Kafka y la muñeca viajera, de Jordi Sierra i Fabra
Se trata de un libro cortito que por lo que he podido saber tiene una base biográfica real. Y es que al parecer Kafka se carteó con una niña alemana antes de la guerra, pero de estas cartas nada se saben.
Sierra i Fabra recrea la posible historia que pudo dar lugar a este carteo, y es la sencilla idea de que Kafka se encuentra a una niña llorando tras haber perdido a su muñeca, y decide contarle que su muñeca no se ha perdido, sino que se ha ido de viaje. Y es así como termina convertido en cartero de muñecas, escribiéndole cada día una carta como si fuera su propia muñeca desde los diferentes países que visita.
Las cartas que le escribe rezuman ternura, y Kafka se ve cada vez más involucrado emocionalmente con la pequeña niña, mientras que su enfermedad empeora.
Me ha resultado una obra interesante en cuanto a ponerle una cara amable y sensible al escritor, del que se hace un retrato muy humano.
Kilmeny la del huerto, de Lucy Maud Montgomery
Tenía muchas esperanzas en Kilmeny por ser la primera obra de L. M. Montgomery que leo, y eso que tengo otras esperando en casa. Pero creo que no he ido a inciarme con una de las mejores obras precisamente.
En cuanto a la forma no tengo queja, Kilmeny está bellamente escrita, con un lenguaje muy cuidado y detalladas descripciones del entorno rural que rodea a los protagonistas, dotándola de un carácter bastante idílico.
Para mí el problema ha sido más bien el contenido, bastante simple. Una historia de amor juvenil ya me la esperaba, pero al tratarse de un clásico, me esperaba más, y la verdad es que poco más añadido tiene en ese aspecto. No hay grandes sufrimientos ni dificultades a vencer.
Los personajes me han resultado muy planos, ni Eric ni Kilmeny me han llegado a entusiasmar. Kilmeny incluso me ha resultado repelente en ocasiones, porque peca de inocencia en exceso, y esa manía de querer hacernos creer que es la perfección hecha persona tampoco ayuda. Solo me ha gustado Neal, un personaje secundario que tiene mal final.
En definitiva, creo y espero ansiosamente que el resto de novelas de Montgomery sean mejores de Kilmeny, que está muy bien narrada en su ambiente rural, pero cuya historia principal me ha resultado floja.