Reseña #105 Por trece razones

Título original: Thirteen Reasons Why

Autor: Jay Asher

Editorial: Ambar

Páginas: 221

Precio: 14

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

Saga: No

 No se puede detener el presente, ni tampoco rebobinar el pasado.

El único modo de llegar a conocer el secreto… es darle al PLAY. Clay Jensen es un adolescente como cualquier otro que encuentra, al llegar un día a casa, una misteriosa caja sin remitente dirigida a su nombre. El contenido no es otro que una serie de cintas d e grabación, siete en total, que parece haberle enviado Hannah, una compañera de clase que no hace ni dos semanas que se ha suicidado. A pesar del desconcierto que supone volver a oír la voz de Hannah, Clay descubrirá que son trece las razones por las cuales ha decidido quitarse la vida, trece caras de cassete y que, por ello, son trece las personas que deben escucharlas. Él es una de ellas. Es un juego muy sencillo: primero las escuchas, luego las pasas dice Hannah en la primera cara. 

¿Qué razones son esas y qué tiene que ver él con ellas? A lo largo del día, Clay se irá obsesionando con las grabaciones y hasta recorrerá la ciudad con un mapa que ella misma le ha proporcionado. Pero he aquí un viaje distinto del esperado, un viaje donde el punto de llegada es precisamente el mismo que el de partida y en el que solo hacen falta unos nuevos ojos para verlo todo como por vez primera. Hannah irá desgranando poco a poco su vida en un intento de poner de manifiesto las consecuencias, grandes o pequeñas, de las cosas que hacemos y dejamos de hacer, y que cambian el mundo a veces sin darnos cuenta.

Por trece razones parte de una idea muy interesante: las razones que deja una chica para llevar a cabo su suicidio, y esta idea se desarrolla de forma muy original: a través de cintas donde previamente había grabado sus impresiones. De esta forma nuestro protagonista, Clay, irá descubriendo una por uno a uno los problemas que tenía Hannah, a través de su propia voz, pero cuando ella ya no está.

A Clay le son entregadas varias cintas y un mapa con varios puntos marcados, e irá visitando los sitios de la ciudad mientras escucha la voz de su compañera relatando lo que ha pasado.

Hasta aquí me parece una genialidad la verdad, no es algo que se vea todos los días vaya. Ya de por si el tema del suicidio es escabroso y no se trata mucho, pero además contando de esta forma me ha parecido de lo más original, pero claro, no todo ha sido bonito en este libro.

Lo malo de este formato es que a Clay no le he llegado a conocer del todo, porque es un protagonista pasivo, es decir, el escucha y recorre lugares, y durante la grabación se intercalan expresiones y pensamientos suyos, gente con la que se cruza…pero no se llega a profundizar excesivamente en su personalidad. No obstante, según avanza la narración iremos conociendo un poquito más de su relación con Hannah y de sus emociones, pero como digo, me ha faltado algo.

 

La protagonista indiscutible es precisamente el personaje ausente, Hannah. A ella si la llegamos a conocer más. Vamos conociendo sus problemas, como sufre ante el comportamiento e los demás hacia ella. Llega un punto en que Hannah pierde toda la fe en la gente y se da por vencida, podemos apreciar su soledad, su deseo de que otra persona la comprenda y la ayude. Pero la verdad, personalmente creo que Hannah es una persona muy débil, que se toma todo a la tremenda y se desanima en exceso por como la tratan, cuando en realidad yo no veo que esté tan sola ni tan abandonada. Esto ha hecho que me haya parecido una niñata tonta en ocasiones (de acuerdo, no siempre) pero que decide que es mejor cortar por lo sano que seguir adelante aunque conlleve esfuerzo. Vamos que no le he tenido demasiado aprecio a Hannah, aunque muchas veces sí que la haya comprendido.

La narración está estructurada en capítulos que se corresponden con las caras de las cintas, en cada una de las cuales conoceremos un episodio y un personaje nuevo, y Hannah argumentará la relación entre dichos individuos y sus motivos de suicidio. Tiene un ritmo muy rápido, y engancha de mala manera, porque estás deseando saber que ocurrirá en la cinta siguiente.

Se van intercalando la narración de Hannah en primera persona desde las cintas con la narración también en primera persona desde el punto de vista de Clay, que va aportando información, sobre todo sus reacciones y pensamientos a los comentarios de Hannah.

Al principio de la novela tenemos muy poca información, y esta se nos va desgranando poco a poco, pero de forma confusa. A veces nos dan una acción incompleta, o faltan nombres, y personalmente me frustraba un poco tener que esperar a que me lo explicaran bien. Pero llega un punto decisivo en la historia en que confluyen varios historias y personajes, donde todo queda ya claro, se rellenan los huecos abiertos y vemos la descorazonadora atmósfera que rodea a Hannah.

Y aquí viene el gran e importante pero del libro. Los motivos del suicidio en sí, por muy original que esté hecho el planteamiento, me parecen poca cosa. De acuerdo, si juntamos todos y que se den a la vez en una misma persona puede resultar deprimente, desalentador…pero no me parece suficiente para cometer suicidio. Es decir, hay problemas más graves en la vida que los que tiene Hannah, sinceramente, y por causa de esto la protagonista se me ha llegado a atravesar de mala manera. Y no es que el autor no se lo plantee, porque a través de Clay vemos que él tampoco lo comprende, e insiste en que Hannah le podía haber pedido ayuda a él en vez de tomar esa decisión.

En conclusión, una idea y desarrollos muy originales, pero unos motivos poco trabajados. Hubiera deseado un pasado más oscuro y más duro, verdaderos motivos de sufrimiento para Hannah (macabra que es una xD). Pero una novela muy rápida y adictiva de leer.

Puntuación: