Reseña #131 Magnus Chase y los dioses de Asgard 1. La espada del tiempo

Título original:Magus Chase and the Gods of Asgard. The sword of summer

Autor: Rick Riordan

Editorial: Montena

Colección: Serie Infinita

Páginas: 471

Precio: 16,95

Encuadernación: Tapa dura

Saga: Magnus Chase y los dioses de Asgard (1/3)

- SINOPSIS -

Los dioses vikingos han despertado.

Magnus tiene en sus manos el secreto que puede detener el fin del mundo.

Pero ese mismo secreto también puede destruirle.

Magnus Chase siempre ha sido un chico con problemas, ha vivido solo en las calles de Boston esquivando tanto a la policía como a los ladrones. Un día, una nueva sombra se suma a sus perseguidores: su misterioso y hasta entonces desconocido tío Randolph, que le revela un secreto imposible: Magnus es en realidad el hijo de un dios nórdico. Los mitos Vikingos son reales. Los dioses de Asgard están preparándose para la Gran Guerra. Trolls, gigantes y criaturas horrendas se entrenan para el Ragnarok, el fin del mundo.

Con la ayuda de Sam, una valquiria que lo odia en secreto, y del enano Blitzen y el elfo Hearthstone, ambos fugitivos, Magnus viajará por los nueve mundos en busca de la única arma que puede detener el Ragnarok: una espada legendaria perdida hace miles de años...Y en el camino tendrá que tomar la más difícil de las decisiones. Porque a veces, para salvarse, es necesario morir.

- RESEÑA -

En esta ocasión, Rick Riordan nos introduce en la mitología nórdica de la mano de su nuevo protagonista, Magnus Chase, y su alocada compañía. Se puede considerar una especia de cross-over de la saga Los héroes del Olimpo, ya que sigue la misma línea temporal y se sitúa en la misma idea mitológica de hijos de dioses, e incluso tenemos un cameo de Annabeth en el libro, ya que es la prima de nuestro protagonista.

El inicio de la novela cuenta como Magnus muere en una batalla contra un gigante (y no, no es un spoiler, que esto pasa en los primeros capítulos) y termina en el Valhalla, especie de paraíso para guerreros vikingos, y como será su vida post-mortem a partir de ahí.

La novela está escrita en primera persona desde la perspectiva de Magnus únicamente. La historia se desarrolla en capítulos generalmente muy cortos, lo que en mi opinión aporta mucho dinamismo. El esquema narrativo es prácticamente igual al que nos tiene acostumbrados Riordan: una sucesión de hechos, uno tras otro, sin dejar tregua al lector, y una narración sencilla, ágil, y con muchísima acción. 

En cuanto a los personajes, tenemos a los personajes principales, y a los dioses nórdicos, por otro. Magnus me ha resultado un personaje muy carismático, que te provoca tanto ternura por el hecho de estar viviendo en la calle y ser huérfano, como diversión por sus puntos de humor incómodo e inoportuno. Luego tenemos a Samirah, una chica fuerte y con mucho carácter. Ella es musulmana y se tocan ciertos aspectos de su cultura como el uso del hiyab, lo que deja entrever el esfuerzo del autor por introducir diferentes culturas en sus obras. El círculo de personajes principales lo cierran el enano Blitzen, y el elfo Hearthstone, ambos personajes incomprendidos en su mundo y que han tenido un pasado duro, y por ello se complementan muy bien.

Quiero mencionar algunos personajes secundarios como los compañeros de planta del Valhalla de Magnus: Medionacido, un vikingo berserker alocado y sin miedo, T. J. un soldado muerto en la guerra de secesión, Mallory, de la que intuimos que muere en un ataque terrorista en Irlanda, y X, un medio troll con pocas luces. Estos personajes me han encantado, tienen poca aparición pero son de lo más divertido. De hecho una de las pegas que le pondría es que me habría gustado que estos tuvieran más protagonismo. 

Por otro lado tenemos a los dioses nórdicos, que, como siempre, Riordan nos presenta en una versión muy diferente a los que nos podemos imaginar. Cabe destacar a Freya y sus curiosas prácticas para conseguir joyas, a Odín como un motivador con power points, y y sobre todo al que ha resultado mi favorito, Thor el seriéfilo, que hace alarde de su cultura en cuanto a series contemporáneas y resulta un poco cabeza loca.

Un aspecto que me gusta mucho de Rick Riordan es lo bien que define a sus personajes, incluso a los que tienen poca aparición, y a los que con unas cuantas líneas y diálogos les aporta una personalidad bien definida.

Otro aspecto que me encanta es que no hay amor. Nada. Este libro es perfecto para los que, como yo, estamos hasta las narices de que metan traman amorosas con calzador en la literatura juvenil cuando no hace ninguna falta.

Para mí el único fallo puede decirse que ha sido la batalla final, de la cual me esperaba un poquito más. Es cierto que es una saga y tendrá continuación, pero la batalla en sí me ha resultado flojilla.

En definitiva, lo he disfrutado mucho, y me ha parecido igual de divertido y ameno que sus otras sagas mitológicas. Cierto es que a mí siempre me ha gustado más la mitología grecorromana, y el hecho de que esta vez se trataran diferentes deidades de las que no tengo apenas conocimiento hace que lo haya disfrutado un poquito menos que los otros. Pero aún así, me ha encantado, y lo recomiendo sobre todo si buscáis una historia juvenil con más acción y sin romance.

 Muchas gracias a Montena por el ejemplar