Reseña #111 Lolita

Título original: Lolita

Autor: Vladimir Nabokov

Páginas: 303

Saga: No

La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto. Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. Lolita es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel. En resumen, una exhibición deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confesó que le hubiera encantado filmar los pic-nics de Lewis Carrol.

Ay Lolita, Lolita, cuanto me has hecho sufrir. Porque señores, Lolita no es un libro agradable ni fácil de leer. Pero es la primera lectura que he compartido con el club Pickwick y me ha hecho ilusión, a ver si la próxima lectura resulta algo más satisfactoria.

En primer lugar, todos sabemos que parte de una trama de pedofilia. Aunque en algunos lugares he leído que es incesto, yo no lo veo así. Al fin y al cabo Humbert no es el padre biológico de Lolita. Y menos mal, bastante asco da ya de por sí sin incurrir en el incesto. Y en segundo lugar, los personajes, que caen mal, y están hechos para caer mal, pero más abajo ahondaré en eso.

La prosa de Nabokov es impresionante, eso no se le puede discutir. Es muy detallista y su prosa es excesivamente cuidada, con un estilo narrativo impecable. Ahora bien, a mi tanta perfección me ha resultado un poco pretenciosa. Es una escritura compleja de leer y con tantos detalles se llega a hacer bastante pesada. Añadir que tiene multitud de referencias a obras literarias, de teatro, y diversos cultismos, que si los entiendes muy bien, pero yo tenía la sensación de estar perdiéndome muchos detalles.

En cuanto a los personajes, no he empatizado con nadie (y dudo que nadie lo haga), y entre la poca gracia que me hacían y la complejidad se me ha hecho una obra densa, difícil de seguir y que me tenía que obligar a mi misma a continuar.

Humbert es…odioso, así de sencillo. Creo que es uno de los personajes que más he llegado a odiar en la literatura. Ya no solo es su afición por las niñas pequeñas, es que es un ser egocéntrico, crítico, pedante…la novela está escrita en primera persona desde su punto de vista, así que conocemos todos sus pensamientos. Humbert, a grandes rasgos, se cree superior al resto de la humanidad, a la que trata con desprecio, en especial a las mujeres adultas. Si a ello le sumamos las constantes alusiones en francés no traducidas (y yo no tengo ni idea de francés) me queda un señor muy repelente. Ello no quita que sea un personaje perfectamente construido, con una personalidad muy compleja.

Por otro lado tenemos a la pequeña Lolita, que no es ni dulce ni inocente. Sinceramente, no la he llegado a conocer bien, porque me parece que todo gira más en torno a Humbert que otra cosa. Por un lado Lolita da pena por la situación tan horrenda que le toca vivir, pero, por otro lado, tiene un carácter egoísta e irritante que evita que la veamos como un ser sensible.

La novela está dividida en dos partes. En la primera nos encontramos la presentación de ese personaje tan peculiar que es Humbert Humbert, su vida antes de Lolita, su personalidad…y el acercamiento a la familia Haze. En la segunda parte el autor nos presenta un libro de viajes y relaciones humanas, donde observamos el comportamiento de Humbert y Lolita a lo largo de las páginas. A lo largo de las páginas llegamos a ver que Humbert quiere a Lolita de verdad, pero la quiere de una forma muy retorcida y obsesiva.

Resumiendo, se me ha hecho una lectura muy difícil, por su polémica trama y su escritura un tanto enrevesada para mi gusto. Yo respeto a todo aquel a quien le maraville Lolita, y coincido en que la calidad es indiscutible, pero a mí no me ha gustado.